domingo , 22 de diciembre de 2024

Ebru Akinci: Renacimiento y transformación de la materia

Ebru Akinci, la escultura de Turquía, realiza su obra “Crisálida” en la competencia internacional de esculturas de la Bienal de Chaco 2022. Ebru vive en Estambul, como es un área de cuatro islas, por lo que describe que vive en la capital turca, pero también fuera un pequeño pueblo. “Está rodeado del mar, a la vista es un interesante contraste entre la gran ciudad metropolitana y pueblo”, señala.

Retrata que en su  país “ser artista consiste en conocer y saber muchas cosas de la vida, por lo que es muy importante”. La escultura estudió en la Escuela de Arte de Estambul, hizo seis años en los que se especializó en escultura. En 2003 se recibió y comenzó su carrera con múltiples exhibiciones colectivas, simposios y proyectos artísticos alrededor del mundo. En Italia, estudió específicamente sobre escultura en piedra.

“En general trabajo con diferentes tipos de piedras, a veces con bronce o madera como adicional”, dice y agrega que su técnica es muy directa: “esculpo la piedra”. También cuenta que suele esculpir con una maqueta tridimensional.

Sobre sus tópicos explica que se enfoca “en contrastes de las formas de la vida que me interesen. Como en una superficie plana, limpia, ver las formas ahí, me interesan las cosas que contrastan”, vuelve a remarcar.

“Como un capullo o una crisálida, una nueva vida empieza dentro de una forma y en una situación que se rompe, otra vida empieza a nacer. Esto también se asocia con nuestras vidas. Renacimientos y transformación, en síntesis, de eso se trata”, describe.

Sobre la participación del evento, dice: “Estaba muy contenta cuando me seleccionaron de venir a Argentina y a la Bienal de Chaco. Sabía que era un muy importante evento”.

 

La experiencia con el público

Ebru Akinci indica sobre esculpir rodeada de público: “Honestamente es una experiencia bastante interesante tener muchísima gente cerca. Trabaje en público, pero aquí es diferente, el interés directo, la atención intensa y directa de la gente.  A veces incluso tengo miedo porque trabajo con la máquina muy cerca, en ningún otro lugar es así”.

La artista subraya viajó mucho y estuvo en muchos continentes donde fue dejando sus obras y parte de su trabajo, por lo que dejar una pequeña parte suya en Chaco es algo “muy especial para ella”.

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