Bienal del Chaco | Prensa Bienal Internacional de Escultura
Artículos relacionados
Las voces del público que pasó por la Bienal tienen denominadores comunes: felicitar la organización, el recuerdo de Fabriciano y la alegría de participar de sus propuestas tan amplias que con un día no alcanza.
Uno de los ejes que se destacó es la de una Bienal inclusiva. Se habló, por ejemplo, del protagonismo de las personas con discapacidad. Otra instancia a destacar es en la propuesta culinaria. Hay en esta edición un patio de comidas con amplias opciones veganas y sin TACC. Se puede ofrecer algo que no se estaba viendo, “yo me considero una de las veganas que otros años no encontraba nada más que papas fritas”, dijo una de las participantes que, además, tiene un puesto de comidas veganas. “Se abrió más la propuesta”, agregó.
Otra voz que se repite es la felicitación y alegría por a organización. “Es un orgullo vivir en Chaco y tener esto”. Multitudes apreciando el trabajo de las esculturas; familias y amistades que viene y vuelven. “Es imposible recorrer todo en un día. La cantidad de gente superó la de otros años”, dijo una de las personas de Resistencia. Desde Campana, Buenos Aires, otro agregó: “Es el cuarto día que vinimos, es muy interesante todo, estábamos esperando hacía tiempo para volver a Chaco”.
“Ando viendo a quien votar, ver quien va ser el ganador”, dice uno de los transeúntes, algo que genera pasiones, debates y acuerdo entre los pasillos.
El recuerdo de Fabriciano
“Es palabra mayor, hay que recordarlo siempre a Fabriciano, no sólo ahora”, dice uno, “un orgullo para Chaco, nos conoce todo el mundo gracias a él”, añade otra. Y coinciden con una síntesis, la Bienal: “tiene existencia y sentido gracias a Fabriciano”.
