A las 9.30 se inauguró oficialmente la Bienal 2022 con el izamiento de las banderas y el recordatorio de Fabriciano Gómez y su empuje desbordante. Un multitudinario equipo de trabajo se desplegó para que la afirmación “no se detiene por la lluvia” se cumpla al pie.
El agua como lavaje de la pandemia aisladora; como bendición para una jornada que no se detiene por lluvia ni por frío. “Así decía Fabriciano”, es la frase que se repite en la previa al izamiento de las banderas, en voces diversas agolpadas en los lugares techados o con un buen abrigo para salir a la llovizna.
Como un engranaje o ese primer golpe para empezar a darle forma al mármol, cientos de personas trabajaron desde muy temprano este sábado para dar el inicio formal a la Bienal 2022.
En ese minuto de aplauso en memoria y compañía de Fabriciano Gómez, las banderas de los 10 países invitados, más la municipal y whipala, flamearon con más fuerza y luego se detuvieron a descansar sobre los hombros de su legado, del equipo comprometido coordinado por la Fundación Urunday.
José Eidman, presidente de la Fundación Urunday se mostró orgulloso por la cantidad de gente que presenció la apertura, a pesar de las inclemencias temporales. “Es evidencia del amor al arte que sentimos los resistencianos y los chaqueños por esta Bienal”, expresó y agregó: “Estoy seguro que Fabriciano hubiera y está feliz mirando este inicio de Bienal tan cálido y tan concurrido”.
Un ciudadano zapatea un chamamé junto a su perro en el medio de las dos bandas de las fuerzas de seguridad, el de la Policía de Chaco y del Ejército Argentino. Parece un gesto solitario, pero la fiesta ya arrancó. “Nos une el arte, nos une Fabriciano”, dijeron al micrófono desde Fundación Urunday y dieron la bienvenida formal.
“Arranca sí o sí, ya está impecable el predio”, indicaron desde el equipo municipal que se encargó de condicionar el lugar, drenar el agua y secar los espacios comunes para que la experiencia no se detenga.
Hacer honor a su ausencia
Ceferino Ferreyra, de la Fundación Urunday, recordó lo que decía Fabriciano: “Si en Suiza nieva y se trabaja igual, ¿por qué lo vamos a detener porque llueve dos milímetros?”.
Ceferino, muy emocionado, dijo que participa “haciendo honor a sus palabras y a su ausencia, estoy muy ansioso porque me toca llevar esto adelante”. Para él, el artista y fundador de este gran evento internacional “estaría muy regocijado y alegre. Siempre soñó esto, estaría más que contento, desbordado de ver tanta gente”.