Su nombre es Fabiana Larrea y hace instantes, inauguró una instalación efímera sobre las aguas del río Negro. La hemos visto estos días –y aún antes de que comience la bienal- tejiendo con un grupo de tejedoras cual Penélopes del subtrópico.
A un costado se levantó una planta de reciclaje de plástico. ¿El motivo? Reutilizar, dar nueva vida a una tonelada de desperdicios de la sociedad de consumo que, obviamente, adquirió nueva esencia: blanquísimos hilos/sogas. Y con esos metros y metros y más metros de soga “inmaculada”, como lo calificó ella misma, se tejieron unas flores gigantes que reposan en las aguas del río Negro.
¿Son flores, son estrellas?
¿Cayeron del cielo?
¿Es un bordado digno de sirenas?
¿Son las risueñas mujeres- estrellas de la mitología originaria chaquense?
Sus dimensiones gigantes, sus blancuras, sus inesperadas presencias nos convidan a fantasear.
La tirolense Fabiana Larrea es artista visual. Actualmente preside la Fundación Trama organización destinada a realizar acciones que vinculan Arte y Naturaleza, y trabaja en el proyecto Arte y Sostenibilidad en Puerto Tirol y en La Última Palabra de Amor, proyecto de arte textil contemporáneo.
Demás decir que es una artista estupenda.
En la cálida presentación teniendo por público la tribuna en declive de la barranca, y por laterales al equipo de colaboradores, a la directora de la bienal Mimo Eidman, al presidente del Instituto de Cultura del Chaco Tete Romero y al presidente de la Fundación Urunday Josese Eidman, explicó el método de trabajo, el propósito y mensaje de la obra, sus sentires y además, persuadió a vivir una concepción más ecológica, más saludable, más responsable.
Entre sus expresiones de gran riqueza, rescatamos:
“Esta obra El Ciclo de las Cosas, durará un breve tiempo y luego continuará su ciclo en la planta de reciclaje. Volverá a ser otra vez nueva materia aprovechable”.
“Es un llamado a la reflexión. Creo en el arte como un dispositivo de pensamiento y conexión. Yo pienso mucho, para realizar mi trabajo, en los vínculos, y uno de los que me interesa es el que tenemos con el paisaje y los seres que nos rodean”.
“Para mí no hay basura, sino residuos que pueden ser gestionados, porque lo peligroso de pensar en el concepto de basura es que se puede transpolar a otros ámbitos: entonces pensamos que hay otros seres que pueden ser descartados sin más”.
“Lo que hago es llamar a pensar, a reflexionar sobre cómo vivimos, lo que consumimos y qué hacemos con los residuos”.
Soñar con el río
La obra fue gestada hace bastante tiempo atrás, por invitación de Mimo y Fabriciano. “Cuando me invitaron a una reunión, inmediatamente comienzo a soñar con el rio. Rápidamente me interesó la idea de intervenirlo”.
“Lo que hicimos fue tomar una tonelada de residuos plásticos del Gran Resistencia para transmutarlos y ponerlos a florecer en el rio Negro”, sentenció.
Larrea, mancomunada con la empresa InPlastico presentó en la noche de este miércoles la obra “El ciclo de las cosas”. Dio testimonio de que es posible con el arte militar por un mundo mejor. Sus estrellas dan fe.