Bienal del Chaco | Prensa Bienal Internacional de Escultura
Illya Kuryaki & the Valderramas fue una de las primeras grandes bandas alternativas que tuvo Latinoamérica. Hip Hop, Soul, Funk, Rock, todo parecía dialogar virtuosamente en esa gran banda compuesta por Emanuel Horvilleur y Dante Spinetta. ¿El ingrediente? siempre el humor, los comics y el cine de samuráis. Todo eso en una enorme licuadora bizarra que tenía como nombre IKV.
Hoy, tres décadas y media después, va a presentarse Dante Spinetta y su banda en el Escenario Central de nuestra Bienal de Escultura. Ex Pechugo, ex Kuryaki, fundador de la escena del rap allí a finales de los 90, siempre músico, siempre música. Estuvimos en conversación con él y con la humildad que solo los grandes pueden tener nos contó sobre los 30 años de aquel Chaco, álbum angular en su carrera, su atracción sanguínea al Chaco y una anécdota que data del año 1994:
A 30 años de tu disco Chaco, hoy en Chaco de nuevo, ¿qué es Chaco para vos?
Y es un lugar clave, ¿no? Porque primero me gustaría hablar del disco (1995), ese fue el punto de inflexión en la carrera de Illya Kuryaki and the Valderramas por ende para la mía también. Porque ese fue el disco que explotó en todos lados y llevamos el nombre Chaco a todos lados. Y por otro lado lo tengo en la sangre porque mi abuelo era chaqueño, mi abuelo materno, Armando Salazar. Así que hay una vibra muy especial y estar acá por primera vez solista con toda la banda en esta Bienal increíble es un orgullo y me pone muy feliz.
Dante: Prince, Stevie Wonder. Hendrix, esos artistas que a vos te influyeron mucho. ¿Qué es ser artista para vos y qué no es ser artista hoy?
Para mí artista, decirlo así,suena medio egocéntrico, ¿no? Pero la verdad es que en realidad es como expresar también las cosas que uno siente a través del arte. Yo haber crecido en la casa que crecí rodeado de música y enamorarme de eso, sentir que era mi camino y no poder evitarlo, nunca querer evitarlo. Fue muy loco pero cuando era chico no dije creo que me voy a estudiar siempre fui músico, siempre fue como una cosa que salía, que brotaba y que era natural y creo que por ahí vino un poco por hacer las cosas de corazón más que por el hecho del ego, de la fama o de la guita
Un poco Mesa Dulce (2022) es una celebración, lo siento así, como una celebración a estos artistas que mencionábamos anteriormente ¿qué va a sonar hoy? ¿Con qué vamos a celebrar?
Bueno yo creo, todavía no armé la lista pero como no vengo hace rato yo creo que vamos a tocar alguna cosa de IKV también y de mis otros discos, un poco de todo, pero el funk es el sonido reinante en esta formación. Todos los músicos que me acompañan son todos re funkeros también. Tengo la base que grabó en el álbum, Pablo y Mati Méndez que son dos bestias para mí, es la mejor base funkera del sur lejos y para que toquen conmigo es un orgullo estar de gira con ellos. Está Maxi en teclados que es una bestia también es un pibe que toca el bajo al igual que bien que los teclados tiene un swing de la puta madre y Juan Salinas también que es el más joven de la banda que es un genio es el hijo del legendario Luis Salinas osea que ahí también hay una conexión de esa continuación de padres a hijos pasando data y los vientos los vientos que enseguida es una bestia y Lucas Jiré también que son dos bestias sí, muy feliz pero hoy es funk, hoy le toca el funk, y estar estar tocando funk acá en el Chaco me parece lo más funkero que hice en mi vida.
Tenemos una pequeña anécdota tuya sobre una remera del Sindicato de Canillitas del Chaco..¿Querés contarla?
(Risas) Creo que hoy alguien subió la foto que yo estoy agitando con la remera, una foto en la que tengo el pelo medio largo. Es una remera que dice Sindicato de Canillitas del Chaco. Recuerdo estar caminando por las calles de Resistencia la primera vez que vinimos a presentar Chaco y se acercó un pibe, un pibito más chico y me dice ‘que buena la remera tuya’, señalándomela y él tenía una de Canillitas del Chaco agujereada así que le dije te la cambio no me vas a dejar en cuero en la calle. Hicimos el intercambio y me fui y lo usé un montón de tiempo a esa remera, todavía la tengo y es como un buen recuerdo y memorabilia de esa etapa tan linda también que coincidía con tener 18 años, con empezar a salir al mundo y con ese disco que fue tan power y como te decía para mí tenía también la fuerza de que Chaco estaba en mi sangre y que eso tenía un push muy especial.
Hicimos entrega de una remera nueva que como lema tenía “Chaco, ciudad de las esculturas” y Dante, la recibió sonriente diciendo: “Increíble, una remera super Kuryaki, aguante Chaco”.
