Alejandro Arce insiste en sus esculturas de arena, sabiendo que no son permanentes. Sin embargo, el mensaje que envía es mucho más profundo y duradero: en esta edición de la Bienal Internacional de Escultura, decidió moldear animales autóctonos, (por estos días ya se puede vislumbrar a un cacuí o urutaú y un yaguareté) animales que se encuentran en peligro de extinción.
“Vinieron a visitar la bienal para tomarse una selfi, son muy modernos” bromea, para luego argumentar: “El proyecto se llama Animalia y es esta idea que yo tengo de que para poder vivir con la naturaleza, no alcanza con parques o predios cerrados, tenemos que encontrar una manera distinta de convivir con los animales”.
Alejandro explica nuevamente cómo realiza su obra. Primero hay que hacer “una piedra de arena” esto es compactarla con contenedores, luego se quitan estos moldes y comienza allí a tallarse. “Aquí ocupamos más arena que en la bienal anterior. Son más de 50 toneladas que usamos”, sentencia.
La escultura quedará concluida el próximo miércoles, en tanto que el jueves, viernes y sábado, se hará un taller sobre cómo realizar esculturas en arena. Para esto, la gente debe inscribirse previamente en la página de la fundación bienaldelchaco.org
Alumnos de Bellas Artes, como ayudantes
Ana María Medina es profesora del Ispea de la Facultad de Bellas Artes y está a cargo de un grupo de alumnos que se encuentran como ayudantes de Arce.
La idea partió de la fundación Urunday para acercar a los alumnos con el escultor y comenzaron a trabajar desde el 5 de julio.
“El detalle de los animales lo hace Arce, nosotros lo ayudamos en humedecer la arena y moldearla” dijo Medina que a su vez asegura que “no recuerda una vez que no haya estado en la bienal”.