Sorteando los inconvenientes que tuvo en los primeros días de concurso, el escultor alemán Nils Hansen muestra satisfacción con su obra y se sorprende porque circula por el predio “mucha gente. Me hubiera gustado interactuar más pero tuve muy poco tiempo, porque había que concentrarse en la escultura”, dice.
Según su opinión, “es una bienal muy grande, son muchos los escultores y hay obras muy buenas”, agrega Nils, con profundo respeto hacia el trabajo de sus colegas de distintas partes del mundo.
Traductora de por medio, manifiesta que tiene “una experiencia muy positiva acá en el Chaco”, y menciona al personal del staff y los traductores que “son muy buenos”, para concluir “me llevo una muy buena impresión de Resistencia”. Su obra está terminada y el satisfecho con su trabajo.